lunes, 6 de septiembre de 2010

Casa Paraty / Marcio Kogan


















Arquitectos: Marcio Kogan

Ubicación: Paraty, RJ, Brasil

Co-Autor: Suzana Glogowski

Diseño Interior: Diana Radomysler, Carolina Castroviejo

Equipo del proyecto: Beatriz Meyer, Eduardo Chalabi, Eduardo Glycerio, Gabriel Kogan, Lair Reis, Luciana Antunes, Maria Cristina Motta, Mariana Simas, Oswaldo Pessano, Renata Furlanetto, Samanta Cafardo

Arquitecto del Paisaje: Gil Fialho

Contratista: Lock Engenharia

Ingeniería Estructural: SF Engenharia

Superficie terreno: 50,000 m2

Superficie proyecto: 840 m2

Fecha: 2008-2009

Hay una leyenda que dice que la región de la ciudad colonial de Paraty y Angra dos Reis (entre Sao Paulo y Río de Janeiro) tiene 365 islas, una por cada día del año. Dos cajas de hormigón armado, descansan conectadas en la ladera de una montaña de una de esas islas; dos prismas modernos entre las colosales rocas de la costa brasilera. Los volúmenes se proyectan hacia afuera de la montaña, casi al frente de la playa, con un volado de 8 metros. La casa, de una ingenuidad estructural, encuentra su equilibrio en la topografía del terreno, constituyéndose una gran puerta y espacio habitable prácticamente sin tocar la naturaleza.
En las rocas de Paraty, en los densos bosques lluviosos de la isla, las arañas venenosas, descubren este volumen ortogonal y penetran la vegetación que “abrigan” las losas. Moviendo sus extremidades anteriores y posteriores, ellas reclaman su terreno. Las arañas continuan su camino dentro de la casa y penetran en una importante colección de mobiliario de diseño del siglo XX, entre otros, por George Nakashima, Luis Barragán, Lina Bo Bardi, Sérgio Rodrigues, Joaquim Tenreiro y José Zanine Caldas.
Los habitantes llegan en bote: la entrada a la casa, ya protegida por la losa, luego de subir por la arena, a través de un puente metálico ubicado sobre una piscina de reflectante rodeada por una baranda acristalada. El puente conduce a una escalera que conecta con el volumen inferior. Este volumen contiene parte del programa de la casa: el estar, la cocina y el área de servicios. El área continua interna tiene una luz de 27 metros y enormes ventanales que permiten la vista del mar.
La misma escalera de entrada conduce al volumen superior el que aloja las habitaciones. En la parte frontal de la casa, paneles retráctiles de eucaliptos protegen las habitaciones del sol. Los espacios que enfrentan la montaña, tienen pequeños patios internos que se iluminan de forma cenital y el uso de hormigón reforzado garantiza una llamativa textura en los muros.

Toda la parte superior de la casa está cubierta con terrazas, observatorios para los habitantes, para las arañas venenosas, o los jardines para las esculturas y para plantas medicinales y comestibles.




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